¿Por qué el amor romántico duele tanto?
Nuestra relación ha sido todo menos convencional. Nuestra historia a veces es un poco incómoda de contar, porque no es una historia romántica, de hecho muchas veces me he sentido juzgada, y me he sentido obligada a dar detalles para que los demás puedan entender el por que decidimos tantas cosas cuando empezamos nuestra relación.
Hoy agradezco por haber elegido compartir mi vida con Eduardo, porque gracias a que nos permitimos salirnos de lo convencional, es que hemos logrado construir una relación libre, amorosa, respetuosa, expansiva, una relación de PAREJOS o sea de seres humanos no basado en roles de género. Nos ha costado, y siempre hemos estado dispuestos a pagar el precio. El precio ha sido, autoconocimiento, CUESTIONAR TODO, hacernos responsables cada uno de nuestra propia libertad financiera, emocional, erótica, etc. y elegirnos cada día, no hasta que la muerte nos separe, sino que el día que dejemos de ser nosotros mismos, que nuestro amor nos ahogue en lugar de que nos expanda, ese día si que cada quien volará en su propio camino, nada nos “asegura” que vamos a estar juntos, ni un anillo de compromiso, ni una boda, ni un papel firmado, lo único que tenemos es el presente contínuo.
Soy muy feliz en nuestra familia no convencional, y respeto muchísimo las familias de todos los tipos, porque qué horrible ha sido vivir bajo un juicio de lo que está bien y de lo que está mal. Somos seres humanos, y todos tenemos derecho de elegir libremente lo que sabemos que es mejor para nuestra propia evolución. Gracias a esta libertad es que nos podemos hacer responsables de nosotros mismos, sin esperar que el otro nos de lo que pensamos que necesitamos para ser felices, sino que buscamos ser nuestra versión más auténtica, mas amorosa, expansiva, incómoda pero al mismo tiempo divertida, que nos cause curiosidad saber uno del otro, que no caigamos en aburrimiento, es lo más increíble saber que Eduardo siempre va a estar en evolución, y que yo siempre voy a estar transformándome también e irnos descubriendo, compartiendo, aceptando nuestras luces, nuestras sombras.
Nuestra relación está lejísimos de ser perfecta, nunca lo será, porque no existe, lo que si existe son los conflictos, existen las diferencias, los desacuerdos, las crisis, la inestabilidad, y lo maravilloso de estas polaridades (ying y Yang) es entender que lo que sucede no es bueno, ni es malo, es NECESARIO, para que de esa sacudida de hombros podamos volver a pensar, volver a cuestionar, volver a elegir, así dinámicamente y transformarnos, y para pasarla mejor en los momentos incómodos, para eso existen las herramientas, nuestra valiosa cajita de herramientas, gracias a los maestros, libros, terapias, etc, etc. Son opciones e ideas brillantes para pasarla mejor para que no se nos queme el rancho, para bajarle a la violencia en todas sus formas, y no sufrir, una cosa es que sintamos dolores, el dolor es sagrado, nos muestra mucho de nosotros mismos, pero no tiene nada que ver con el sufrimiento.
Aceptar a Eduardo, con su pasado, con su presente, con sus sueños, con todo lo que da que es hermoso y maravilloso, la forma en que ama y la forma n que yo lo amo, aceptar que vamos siendo, que nos transformamos continuamente, ni el ni yo somos los mismos que hace un año, y eso nos convierte en un mundo por descubrir.
Seguimos aprendiendo, tenemos humildad para reconocer que no sabemos la verdad absoluta (porque no existe) y esa compasión que cultivamos en nosotros mismos, es la misma compasión que podemos practicar con los seres humanos que nos rodean, respetando los procesos de cada quien y haciéndonos cargo de nuestras propias vidas, para no juzgar lo que hacen los demás.
¿Que tipo de amor quieres cultivar? ¿Que tipo de amor quieres experimentar?