La Montaña

Un agradecimiento especial a Eduardo, mi compañero de aventuras, de caminos, senderos y de adversidades.

Las adversidades son para poner a prueba nuestro poder interior

Un camino próspero

Aquí comienzan las aventuras de la vida, con prosperidad y actitud, mirar hacia adelante, en lugar de mirar al pasado y emprender con motivación y entusiasmo hacia la vida. Aceptarnos como personas en nuestra propia capacidad de crear, y reconocer los méritos de los demás. Cuando te miras con amor, también haces lo mismo con los demás, te sientes conectado a los demás y piensas cual va a ser tu contribución a la vida y a los que te rodean.

Estábamos ahí en la falda de la Sierra de la laguna, entusiasmados, un poco lentos, nerviosos y dudosos porque estuvimos despiertos desde las 4am, preguntándonos que hacer, como empezar, ¿Pasamos al baño antes? ¿Nos quitamos las chamarras? ¿Comemos algo antes? Creo que es esa costumbre que tenemos los seres humanos en querer controlar el siguiente paso, y esa fue la lección 1 de la Montaña: Deja todo lo que te va a pesar, deja ese bagaje extra. Hicimos todos un círculo guiado por nuestros amigos Jorge y Mar, nuestros guías espirituales, pidiendo permiso para entrar, así como cuando uno va de visita a casa de alguien, llevando una ofrenda y con mucho respeto pasar como visitantes.

Yo personalmente tenía una intención muy clara, no sabía ni el "como", ni el "cuando" ni el "donde" ni el "que" porque esas son preguntas del ego, mi intención fue así: "Quiero ser más montaña y menos yo"

El Arquetipo de la Montaña

En todas las culturas, la montaña tiene un significado muy poderoso y es un símbolo muy importante. Las montañas son lugares sagrados. La gente siempre ha buscado orientación espiritual y renovación en ellas. Las montañas se consideran sagradas y encarnan lo temible y la armonía, la dureza y la majestuosidad. Elevándose por encima de todo lo demás en el planeta, sirven de referencia e imponen con su presencia. Su naturaleza es fundamental: roca. Son duras, sólidas como una piedra. Las montañas son el lugar donde tienen lugar las visiones, donde uno puede entrar en contacto con la escala panorámica del mundo natural y su intersección con las raíces frágiles pero tenaces de la vida. Las montañas han desempeñado papeles clave a lo largo de la historia y la prehistoria. Para los pueblos tradicionales, la montaña es y sigue siendo una madre, un padre, un guardián, un protector, un aliado.

Más Montaña menos Yo

La montaña es serena, vasta e inmóvil, la montaña es digna, grande y noble, la montaña ES se eleva desde sus raíces hasta lo más alto y cerca del cielo, la montaña es AUTÉNTICA, las tormentas llegan y se van, las estaciones cambian, y la montaña sigue elevada desde la Tierra, la montaña se sustenta de sus elementos con la ley natural de la abundancia: tiene tanto, y no más, hay suficiente, no como una medida, sino como una experiencia, y nos enseñó a enfocarnos en lo que SI hay, dejando de buscar y/o esperar lo que no es, al menos hoy.

En la vida todo se transformará, eso es una certeza. Cerramos este año como ciclo, para prepararnos a lo nuevo, para recibir el dinamismo natural de la vida, yo en lo personal sigo encarnando cada día desde que bajé de la Sierra sus cualidades, permanecer con los pies en la tierra, estables y pudiendo recuperarme ante el cambio y la incertidumbre.

A la noche, le sigue el día, y al día le sigue la noche pero la montaña permanece sentada, simplemente siendo ella misma, permanece quieta cuando una tarde se convierte en noche, y cuando el calor se convierte en frío, momento a momento, la montaña subsiste a todos los cambios con serenidad.

Solsticio de Invierno

El sábado 21 de Diciembre 2024, entramos en la oscuridad, es un recordatorio de que la vida es cíclica y de que todo lo nace y renace, es un ritual muy antiguo en el que se agradece a la naturaleza, a que nos dio vida y abundancia todo el año, es un simbolismo lleno de fuerza, las estrellas como una luz de divinidad que nos guían en la oscuridad. Todo tiene su lado oscuro, todo muere y todo renace, perdonar, a agradecer, resiliencia y transformación. Todo tiene un momento de luz y un momento de oscuridad, tiene un momento de renacimiento y un momento de descanso, un momento de abrirse y uno de recogimiento, la Navidad es la noche más larga, es normal sentir tristeza estos días, son momentos de estar con nosotros mismos, (recogimiento) entras en la cueva, entras en casa, y si hay tristeza y soledad es porque necesitamos de esa tristeza para indagar para reconocer que hemos aprendido este año, y que compromiso haremos para el siguiente año, la tristeza nos prepara para un nuevo amanecer. ¿Que has aprendido en cada experiencia? Es importante la auto indagación, auto observación porque desarrollamos la resiliencia, la capacidad de salir fortalecidos de las adversidades de la montaña y de la vida.

¿Que SI quiero llevar en mi mochila?

Quiero llenarme de lo que quiero compartir, no porque a mi me haga falta, sino para tener algo de valor que ofrecer a mis compañeros de viaje, así como me lo enseñaron Meche, Many y Raúl y mi amor Eduardo, sus mochilas iban llenas de alimentos y de recursos extra para compartir con todos, quiero que mi mochila siempre tenga un buen libro que compartir, unas palabras de aliento, un abrazo cálido, una sombra para descansar del calor, una poza de agua para beber, una luz que alumbre en la oscuridad, un círculo de contención, de permiso para ser vulnerables, un chiste para reír, un empujón para seguir adelante, un acompañamiento en silencio.

El camino de cada alma es sagrado y único

Es una muestra de amor mucho más pura el confiar en que la otra persona podrá salir de sus adversidades a su propio tiempo, en sus propios ritmos, en su propio proceso. Meterse en el camino de nuestros compañeros de montaña es arrebatarles el aprendizaje que a ellos les corresponde en ese momento, y aquí es en donde viene la compasión, la virtud de la empatía, la capacidad de reconocer y acompañar el dolor de otros, sin identificarnos con el, es una respuesta en comprender de que el sufrimiento proviene de creencias limitantes.

Gracias a Dieguito que nos enseñó como entrar en el jardín de los demás de forma compasiva esa que nos hace más humanos y solidarios, se trata de un cambio interno que nos rescata de la insensibilidad y nos acerca al otro colaborando para que recupere la vitalidad física y emocional y gracias a Gloria, Manolo y Ariel y a mi papá que no estuvo físicamente en este viaje, que me enseñaron el poder transformador del amor que enjuaga las lágrimas, las frustraciones, los dolores, por enseñarme que la compasión es el espejo del corazón, donde se refleja el sufrimiento, propio y ajeno, que nos sensibiliza y motiva para aliviarlo.

Guías y Mentores

Luis, Roberto y Jesús y las mulitas. En algún momento del camino, cuando nos sentimos perdidos, frustrados, cansados, desesperados, viene este juego de la culpabilidad, yo pensaba e incluso lo dije en voz alta, "ese guía no tiene nada de guía, no lo hemos visto en todo el recorrido" es muy tentador echar culpas cuando estamos en momentos de mucha desesperación, después lo entendí...

El mentor aparece cuando estamos preparados y nos acompaña hasta los primeros pasos del mundo especial

Más noche, en la primera base para acampar, Luis y sus dos compañeros y las mulas que venían cargando todas nuestros bagajes, nos prepararon una sopa de pollo (la mejor que he comido en mi vida) no se si era el hambre o los ingredientes, o la paz de haber llegado a un punto a descansar, estábamos en una escena típica de campamento, al rededor del fuego, listos para comer, todos llenos de tierra, frío, risas, y Luis que primero parecía muy serio, observador, fuerte, sereno, y muy jovencito nos sorprendió cuando las primeras palabras empezaron a salir, era como leer el mejor libro de tu vida, combinando tanta sabiduría, conocimientos, humildad, sencillez, en cada palabra había coherencia. Más tarde nos regaló un té de raíz de montaña, para ayudar a nuestro cuerpo a descansar mejor y para intencionar nuestros sueños esa noche.

Conforme fue avanzando nuestro viaje, me di cuenta de que un guía no es alguien que está ahí de forma permanente en tu camino, es alguien que avisa las instrucciones de forma clara y una sola vez y depende de que hayas querido escuchar es a donde vas a llegar, y el va a llegar eventualmente en sus tiempos a volverte a acompañar, los guías o mejor dicho en este caso nuestros maestros fueron unos chicos de 20 y 24 años, ¿Qué mas da la edad? es la experiencia, el amor, la inocencia, la generosidad, bondad y valentía.

Luis me dijo que la experiencia quedaría viva en mi ser y cuánta razón tuvo. La montaña vive en mi, ella tiene una parte de mi y yo tengo una parte de ella en lo más profundo de mi ser.

El encuentro con el mentor implica un gran reto: abrirnos a confiar en alguien nuevo en nuestra vida.

Vértigo: el mundo ordinario y el mundo especial

Cuando aceptamos esa llamada, inevitablemente tenemos que salir de nuestra zona cómoda y conocida, para adentrarnos en un mundo diferente.

La entrada al mundo diferente nos permitirá conectar emocionalmente con nosotros mismos a través de nuevas aventuras. Cuando decidimos aceptar nuestra llamada, empezamos a dejar atrás todo lo conocido y a enfrentarnos a nuevas pruebas y retos que forman parte del mundo especial. 

Para mi, el miedo a dar este paso fue algo realmente aterrador.

Pero gracias a Eduardo, que desde el día 1 me ha invitado en cada etapa de nuestro viaje juntos a dar un salto de fe, a salir de nuestro mundo ordinario, cada encuentro, cada experiencia, cada rasguño, sin darnos nos han llevado a nuestra propia evolución. Cada vez me siento más fuerte y más capaz de aceptar cualquier reto que la vida pueda ofrecernos, te amo!

Gracias por ser esa fuente de abundancia, por compartir, por convocar a la gente indicada, por ser el calor que reúne, por ser la luz que ilumina mi camino, gracias por ser mi mentor, mi espejo, mi compañero.

La Ley de la Correspondencia

En cada momento la vida nos proporciona la experiencia más útil para la evolución de nuestra consciencia. Aunque el ego no lo entienda ⎯ni lo quiera entender⎯ todo pasa por algo y para algo. Todo lo que sucede forma parte de un propósito perfecto y necesario para quien lo vive.

Nuestro mayor desafío espiritual consiste en aprovechar lo que nos sucede como una oportunidad para cuestionar y confrontar la ignorancia del ego.

Pero no es verdad: por más dura y horrible que pueda parecernos una circunstancia en un momento, cada ser humano es correspondiente con lo que está viviendo. A nadie le sucede nada que no le corresponda para aprender. Cualquier situación adversa que afrontamos contiene siempre una valiosa lección oculta. Desarrollarnos espiritualmente pasa por detectarla y aprovecharla para nuestra transformación interior. No en vano, todo lo que nos sucede en la vida es justamente lo que necesitamos para despertar y re conectar con la chispa de divinidad con la que nacimos.

Al final logré en una medida justa y necesaria ser más montaña, menos yo, y el ir integrando cada momento bajo esta ley de correspondencia y como dicen los maestros Taoistas:

Como es adentro, es afuera

Como es arriba, es abajo

Como es aquí, es allá

Gracias Madre Naturaleza, por tus enseñanzas y acogimiento, por sostenerme y por enriquecerme, 2024 ha sido un año desafiante y agradezco por cada dificultad, por cada salto al vacío, por cada dolor, por cada incomodidad, gracias a todos estos momentos soy el ser humano que cada vez me acerca más a la autenticidad y a integrar mi luz y mi oscuridad.

Con amor: Para los peregrinos, para la montañita, para las mulas, y gracias a Luis, Roberto y Jesús.

Anterior
Anterior

El Cerebro Enamorado

Siguiente
Siguiente

Procesos Motivacionales